Entrevista a Almudena Nuño sobre la luz pulsada de Nordlys
La Razón
Con una buena luz pulsada y un buen dermatólogo se obtienen excelentes resultados
Existe cierta confusión entre el público al hablar del láser y la luz pulsada, dos tecnologías diferentes que se emplean con frecuencia en dermatología. Para conocer la segunda con más detalle, hablamos con la dermatóloga y doctora en medicina Almudena Nuño González, que trabaja en Hospital Universitario La Paz con la tecnología de luz pulsada Nordlys™ y es directora de Almudena Nuño Dermatología y Estética.
¿Cuál es la diferencia entre luz pulsada y láser?
Casi que el nombre lo indica. La luz pulsada es una luz que se emite por “pulsos”, mientras que el láser son las siglas en inglés de Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation, es decir, un haz de luz coherente. Se trata de dos tipos de tecnología totalmente diferentes que en ocasiones nos sirven para tratar las mismas patologías de la piel.
¿Y cómo se determina si el tratamiento ideal es uno u otro?
Depende del tipo de problema que tengamos, ya sea que queramos depilarnos, tratar manchas o varices. La técnica ideal dependerá no sólo de lo que queramos resolver, sino también de características del paciente como su color de piel (fototipo), la localización, o si la persona ha tomado el sol o está bajo algún tipo de tratamiento farmacológico. Todo esto lo valorará el médico para elegir el tratamiento adecuado en cada caso.
¿Son todas las luces pulsadas iguales?
Dentro de las distintas luces pulsadas que tenemos disponibles en el mercado hay una gran diferencia. La tecnología que utilicen influye en la potencia que se pueda alcanzar (que podamos realizar algunos tratamientos con éxito va a depender de la máquina que utilicemos) y también va a influir en la seguridad del paciente, ya que con una mejor tecnología obtendremos mejores resultados, pero también con menos riesgo de efectos secundarios como quemaduras o hiperpigmentación, por ejemplo. En resumen, si utilizamos un equipo con una buena tecnología obtendremos mejores resultados con menos efectos secundarios.
¿Qué tratamientos se pueden hacer con luz pulsada?
La luz pulsada nos sirve para tratar diversas patologías de una forma muy eficaz. Es un tratamiento ideal para el fotorrejuvenecimiento, es decir, para revertir el daño causado en nuestra piel por el sol. Nos permite eliminar esas manchas que salen con el tiempo en las zonas fotoexpuestas (cara, escote y manos) y además elimina pequeñas venitas de la piel y mejora de una forma visible la textura de la piel cerrando, el poro y mejorando la calidad del colágeno y el hialurónico. También nos sirve para procesos de depilación. De hecho, la luz pulsada está especialmente indicada en zonas delicadas como la cara (complicada en muchas ocasiones por la influencia de las hormonas sobre el pelo), pero es también muy efectiva también en el vello del resto del cuerpo.
Pero tiene más aplicaciones…
Así es. Es un tratamiento excelente para mejorar la rosácea o cuperosis. Con la luz pulsada podemos eliminar esas venitas que aparecen en la cara, pero también la rojez difusa y con ello mejorar no sólo la estética de los pacientes que la sufren, sino también las molestias asociadas a los cambios de la temperatura o el ardor. También podemos tratar de una forma muy eficaz el acné, esos indeseados granos, ya que tiene un efecto antiinflamatorio y podemos combinarlos con otros tratamientos tanto médicos como de cremas. Además podemos eliminar manchas aisladas de tipo lentigo solar de una forma muy efectiva e incluso tratar malformaciones capilares tipo mancha en vino de Oporto. Es más, lo estamos utilizando también para acelerar la eliminación de hematozarmas (moratones) que pueden aparecer tras cirugías o infiltraciones de bótox o ácido hialurónico en la cara. Con la luz pulsada podemos hacer que desaparezcan en mucho menos tiempo.
¿Qué indicaciones o condiciones de la piel son las más adecuadas para tratar con luz pulsada?
Cuando tratamos la piel con luz pulsada se recomienda que no esté bronceada, así que no debemos haber tomado el sol al menos 15 días antes del tratamiento. Tampoco se recomienda en pieles muy oscuras o con melasma, pero lo podemos utilizar en pieles de tono intermedio o pieles claras.
¿Qué se siente durante el tratamiento?
Depende del tratamiento realizado. Lo primero que vamos a sentir a pesar de llevar las gafas es una luz intensa (como su nombre indica) pero la protección ocular hace que no haya ningún problema con eso. A veces se asocia a molestias, pero para evitarlas podemos utilizar anestesia en crema o el gel frío que nos va a calmar la zona. Tras el tratamiento puede quedar una sensación de escozor o ardor (como cuando nos ha dado el sol en la piel) que cede en unas horas.
¿Qué resultados podemos esperar?
Con una buena tecnología de luz pulsada intensa y un buen dermatólogo obtendremos unos resultados excelentes. La mayoría de mis pacientes se sorprenden con la mejoría obtenida y quedan muy satisfechos del tratamiento.
¿Y en cuanto a tiempos de recuperación?¿Qué evolución podemos esperar después del tratamiento?
Como comentaba, tras el tratamiento podemos o no sentir nada o quedar una leve sensación de ardor que cede en unas horas. Tendremos que utilizar cremas que nos ayuden a que la piel regenere más rápido. Pueden aparecer pequeñas costras que desaparecen en una o dos semanas y que podemos camuflar con maquillaje si hiciera falta y durante esas dos semanas será muy importante que no nos dé el sol para que no nos quede ningún tipo de marca.